La Navidad y su publicidad de juguetes sexista

Myrna Armenta Ruiz
6 min readDec 20, 2017

Mi hija tiene dos años, hace más de un mes encontré en su mochila una plancha de plástico pequeña, color rosa. Ese día habían celebrado un cumpleaños en su estancia infantil. A la mañana siguiente investigué más. A todas las niñas les dieron su planchita y a todos los niños un carrito por parte de la familia de la festejada.

Sinceramente me inquieté, no pensé que me enfrentaría tan pronto a estas situaciones, a las princesas, a las dudas que surgen desde una mirada despojada de prejuicios: “¿Mamá qué es?” “Es como Tati (refiriéndose a su abuela, a la única que ha visto planchar)” y a las explicaciones no sociológicas para una niña tan pequeña sobre “juguetes tiernos y monos”, regalados con buena intención, sí, pero que considero sexistas.

Aquello pasó y no generó mayor reflexión, pero ha llegado la época navideña y con ella la saturación de publicidad dirigida a la niñez. Los pasillos del supermercado, las tiendas y las pantallas de cualquier medio se llenan de anuncios y mensajes que nos venden juguetes para ellos y ellas.

“Bienvenida”, me diría una amiga, “es imposible vivir lejos del mercado, los medios de comunicación y la publicidad sexista con sus llamativos productos y juguetes para la infancia”. Lo sabemos, en los comerciales, catálogos y pasillos de jugueterías se establecen y refuerzan los roles, estereotipos y prejuicios que existen en la sociedad en torno a lo que deben ser las mujeres y los hombres. Sí, es imposible no estamparse con la fuerza de la costumbre, con la tradición acrítica que todavía reproducimos y otros al menos cuestionamos, en la vida cotidiana y en la publicidad de todo tipo.

En la búsqueda de regalos para la hija, nieta, sobrinos, nos encontramos con largos pasillos rosas que indican que ahí están los “juguetes para las nenas”. Ahí sobran muñecas, barbies, juegos de té, mini kits de belleza y cosméticos, estufitas, cocinitas, casitas, muñecas que son mamás, bebés para las pequeñas mamás y hasta mandiles estampados con princesas. Un resumen obvio: los juguetes para niñas giran en torno al cuidado de los otros, la belleza, la cocina, la casa y la magia de la maternidad como dice el slogan de little mommy, la muñeca del momento.

El sitio destinado a los niños está lleno de carros, pistas, bloques de construcción, robots, muñecos con grandes músculos, súper héroes, animales, rompecabezas, el kit del médico, del ingeniero, del mecánico, en fin, para los niños se proponen juguetes dinámicos, científicos, de aventura, construcción y movimiento.

Juguetes para niños, ellos juegan en azul.

Pero si sólo es un juego, cómo que sexista exagerada

En sí misma la plancha, de verdad o de juguete, es un simple objeto con un fin. Es el contexto simbólico que indica quién puede usarla y quién no, quién debe jugar a planchar y quién no, lo que la vuelve un juguete sexista. Si fuera roja, azul, blanca y no rosa (el color de las niñas) y todavía no se les llenara la cabeza con ideas en torno a que es un juguete exclusivo para ellas, quizá, los niños se interesarían en tomarla y jugar a planchar paredes, el piso, la ropa, o la convertirían en una nave, no lo sé… pero el color rosa les indica la separación, los niños entienden que eso no es para ellos, los adultos han establecido, fieles a los roles y estereotipos tradicionales, que eso es para las niñas, a ellas segurísimo les encantará planchar desde esa tierna edad.

Ese es el punto, que desde la infancia, a través del juego se establecen roles, gustos, preferencias, tareas, identidades, lo que implica marcar (a partir de suposiciones y prejuicios) qué es lo que les gusta a las mujeres y qué a los hombres, qué deben hacer ellas y qué ellos aunque no exista ninguna inclinación natural en las niñas y los niños por ciertos objetos.

Sí, nacer con sexo femenino no significa que necesariamente amaremos las muñecas, las planchas y los juegos de té, y que no nos puedan interesar los carros, las pistas, el juego de herramientas y construcción, los “juguetes para niños”. Yo lo he comprobado con mi hija, por ahora le interesa todo. ¿Por qué cerrarles a ambos géneros, distintas opciones de juego donde se representan roles y se exploran tareas, habilidades e intereses? ¡Ah la cultura, el machismo, el sexismo, los estereotipos, la homofobia, la fuerza de la costumbre!

¿Aún no reconocemos el sexismo y los estereotipos? recordando que sexismo se refiere según el Inmujeres a: “todas aquellas prácticas y actitudes que promueven el trato diferenciado de las personas en razón de su sexo biológico, del cual se asumen características y comportamientos que se espera, las mujeres y los hombres, actúen cotidianamente. Las prácticas sexistas afectan principalmente a las mujeres dada la vigencia de creencias culturales que las consideran inferiores o desiguales a los hombres por naturaleza”.

Los estereotipos de género son creencias, ideas e imágenes deformadas, generalizaciones y simplificaciones sobre los atributos de hombres y mujeres que, a base de repetirse, son aceptadas socialmente como reales e indiscutibles (La Marea).

Cafeteras, aspiradoras, set de limpieza y lavandería, electrodomésticos para ellas.

Si los juguetes no son sexistas en sí mismos, diremos que además de la publicidad que los promociona, los empaques rosas para niñas y azules para niños, sí lo son. En opinión de especialistas se debe regular y sancionar al respecto, establecer líneas y códigos para que la publicidad, las envolturas, las tiendas ya no separen con rosa y otro color, además desde luego, de vigilar y dar pautas a la publicidad con la intención de que ya no perpetúe los estereotipos y el mensaje sexista.

Mi hermana menor fue estigmatizada, herida en su autoestima durante su infancia con frases que condenaban su gusto por los carritos y juegos rudos “de niños”. De eso estamos hablando, de transformar el esquema, no hay juguetes y juegos para un género y otro, no debería. No estoy diciendo que las niñas nunca deberían jugar a la comidita y con bebés, sino que tanto ellos como ellas jueguen con todo y que la publicidad no venda a partir de reforzar esquemas sexistas del tipo: las niñas juegan a limpiar, cuidar y cocinar, los niños a manejar, construir edificios y hacer ciencia.

Pensamos poco en el impacto de la publicidad y del juego en la construcción de roles de género, quienes cuestionan en voz alta a veces han sido calificadas de exageradas, pero es necesario insistir, colar el tema. Hay quien defiende que la publicidad tan sólo refleja lo que sucede en la realidad por lo que no debe cambiar nada, pero ese punto merece otro artículo.

En México la legislación al respecto es poco clara y contundente. Hay artículos y marcos jurídicos muy generales que en la práctica no sancionan o son un impedimento para que la publicidad al respecto cambie.

La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en el precepto 42 refiere la facultad de la Secretaría de Gobernación para sancionar a medios de comunicación que no contribuyan a erradicar todos los tipos de violencia y no fortalezcan la dignidad y el respeto hacia las mujeres.

El artículo 223 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, señala que la programación que se difunda a través de radiodifusión o televisión y audio restringidos, en el marco de la libertad de expresión y recepción de ideas e información, deberá propiciar la igualdad entre mujeres y hombres. Como vemos son vagos, generales, no hablan de publicidad y menos de la infantil.

En lo que la publicidad cambia, en lo que la sociedad sale de los discursos de equidad y pasa al proceso pese a tantas resistencias, tenemos una agenda que impulsar, roles interiorizados que desmontar, pláticas incómodas que abordar en casa, un chambón para dar alternativas y respuestas creativas a niños y niñas frente al bombardeo mediático y las relaciones de convivencia adentro y afuera, porque tampoco se trata de quemar los catálogos que venden nenucos y delantales con princesas ¿o sí?. A veces me dan ganas, lo confieso sin pudor.

La perla: todos son catálogos del 2017.
Algunos anuncios intentan romper con estereotipos, pero son muy pocos. Aquí sólo hubieran utilizado otro color atractivo o neutro para ambos sexos.

Aquí hay una guía para elaborar contenidos no sexistas en programas infantiles.

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Myrna Armenta Ruiz

Blog de periodismo cultural, social, musical. Dolencias existenciales, historias, reflexiones, cavilaciones.